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La historiograf�a y la historia inmediata: la experiencia latina de Historia a Debate (1993-2006)*

 

 

Carlos Barros

Universidad de Santiago de Compostela

 

 

��������������� La v�a espec�fica de nuestra arribada a la Historia Inmediata ha sido la Historiograf�a Inmediata, nuestra �especialidad� como comunidad acad�mica internacional. Historia a Debate es un movimiento acad�mico en red que tuvo su origen remoto en 1993, con la celebraci�n de congreso internacional de historiograf�a en Santiago de Compostela. En los tres macro coloquios realizados hasta ahora, 1993, 1999 y 2004,participaron en total unos 500 ponentes y 3000 asistentes. Se publicaron �o est�n en v�as de publicaci�n- 12 vol�menes de actas sobre el m�todo, la historiograf�a, la teor�a de la historia, la relaci�nhistoria / sociedad y la did�ctica de la historia.

 

��������������� Desde 1999, HaD se constituy� en comunidad digital de historiadores, registrando cerca de tres millones de visitas en su p�gina web (www.h-debate.com) en espa�ol, franc�s e ingl�s.Se mantienen diariamente dos listas de discusi�n: una general (HaD) sobre el m�todo, la historiograf�a y la reflexi�n sobre la historia con 2700 miembros,y otra (HI) sobre Historia Inmediata con 800 suscriptores. Los historiadoresque participan en estas listas de debate son originarios de 50 pa�ses de los cinco continentes. En 2001, se elabor� y difundi� un Manifiesto acad�mico de HaD, con 18 propuestas sobre la reconstrucci�n global del paradigma historiogr�fico. M�s de 400 historiadores de 37 pa�ses se adhirieron ya a esta plataforma historiogr�fica.

 

��������������� Podemos clasificar en tres fases nuestro tr�nsito de laHistoriograf�a Inmediata a la Historia Inmediata, sin perder pi� en nuestra actividad de partida.

 

��������������� A) En enero de 2000, un historiador ecuatoriano (Juan Paz y Mi�o) me remite y otros colegas amigos un mensaje sobre el movimiento indio que ocup� el parlamento en Quito e hizo caer al Presidente Mahuad. Al recibirlo, a�n sabiendo que no estaba pensado para la difusi�n ni entraba en ninguno de los debates que ten�amos abiertos, decid� ipso facto como coordinador de HaDabrir,a fin de seguir y discutir el desarrollo diario de los acontecimientos en Ecuador, un nuevo tipo de debate en nuestra red, entre historiadores y sobre cuestiones actuales de importancia hist�rica, titulado espont�nea y moment�neamente: historia inmediata. Desconociendo en ese momento cualquier uso acad�mico reciente de esta terminolog�a,ateni�ndome en cualquier caso al significado literal de las palabras: seg�n el diccionario (DRAE), lo �inmediato� es algo muy cercano�, �que sucede enseguida. Elegimos pues la titulaci�n de �historia inmediata� porque se trataba de analizar desde la historia acad�mica y de modo colectivo lo que suced�a inmediatamente, coet�neamente a los historiadores que intercambiaban pareceres.

 

��������������� B) En abril de 2002, invitado a un simposio de laAsociaci�n de Historia Actual (C�diz) presentamos una ponencia con un primer balance de nuestra experiencia de m�s de a�o, donde hablamos con m�s claridad sobre la trascendencia epistemol�gica de la Historia Inmediata como un nuevo enfoque de la investigaci�n hist�rica, como una nueva frontera historiogr�fica: �Es posible escribir una historia inmediata? (https://www.h-debate.com/cbarros/spanish/articulos/mentalidades/inmediata.htm).

 

��������������� C) En julio de 2004, organizamos el III Congreso Internacional Historia a Debate, d�nde la Historia Inmediata ocupa por vez primera un lugar importante, con nuevas aportaciones historiogr�ficas sobre el tema. En ese momento HaD retoma relaciones con la historiograf�a francesa, participando en �l Nicolas Prognon, miembro del grupo de Historia Inmediata de Toulouse, y Christian Thibon, de la Universidad de Pau, tambi�n presentes en este coloquio. Conectamos posteriormente con Guy Pervill� y Jean-Fran�ois Soulet, director y fundador, respectivamente, del Grupo de Investigaci�n en Historia Inmediata de Toulouse.

 

��������������� Este coloquio organizado por el GRHI representa, pues, una buena oportunidad para alentar la internacionalizaci�n de esta nouvelle nouvelle histoire. La Historia Inmediata puede ser, lo es ya en el �mbito iberoamericano, el denominador com�n de una historia realmente consecuente sobre temas del presente, esto es verdaderamente actual,donde participe activamente la historiograf�a europea latina en su sentido m�s amplio, con posibilidades de interesar, asimismo, en los pa�ses anglosajones, incorporando a historiadores que investigan y escriben ya en Contemporary History, en sentido literal Ahora bien, para hacer realidad la mundializaci�n en marcha de la Historia Inmediata, partiendo de varias y convergentes iniciativas recientes, han cumplirse tres condiciones generales, seg�n mi opini�n personal, nuestra experiencia colectiva como HI-HaD y la toma de consideraci�n de los cambios radicales en la sociabilidad acad�mica, inducidos por la universalizaci�n de la informaci�n en su versi�n m�s democr�tica:

 

1. Es menester sustituir las viejas dependencias historiogr�ficas de tipo �colonial� por intercambios iguales entrehistoriograf�as nacionales y continentales,construyendo alianzas internacionales que dejen atr�s el etnocentrismo y el eurocentrismo, mentalidades acad�micas del siglo XX que ya no funcionan en el siglo XXI.

 

2. Se impone el multiling��smo historiogr�fico. Es un error pensar que existe, o pueda existir, en pleno ascenso de una globalizaci�n inevitablemente plural, una sola lingua franca.Nuestra experiencia como HaD es que la nueva historiograf�a ha de ofrecer, siquierefacilitar un intercambio realmente global, traducciones simult�neas o autom�ticas cuando menos a tres lenguas, espa�ol, ingl�s y franc�s, sea en los congresos internacionales sea en las listas o webs de Internet.

 

3. Hay que trabajar en red, privilegiandoel uso de Internet para difundir y practicar esta modalidad de Faire l�histoire caracter�stica del siglo XXI, llevando a la pr�ctica de forma muy ampliada la vieja aspiraci�n del trabajo en equipo de las vanguardias historiogr�ficas que nos precedieron.

 

��������������� En este marco acad�mico de concepciones globales y plurales, planteamos cuatro propuestas para el debate y el consenso sobre el contenido de la Historia Inmediata como g�nero historiogr�fico, asimismo v�lidas para una Historia del Tiempo Presente o Historia Actual coherentes con su propio nombre:

 

1. Para hacer una verdadera Historia Inmediata, incluyendo el presente en los temas de investigaci�n hist�rica y evitar la marginaci�n acad�mica (v�a especializaci�n), es preciso cambiar los paradigmas historiogr�ficos generales. El positivismo no nos sirve, pues ha engendrado el mito cientifista �todav�a hoy un lugar com�n entre muchos colegas- seg�n el cual son �necesarios� 50 a�os para escribir la historia de manera �imparcial�. A�os que han sido �reducidos�, positiva peroinsuficientemente, a 30 � 25 por la Historia del Tiempo Presente de los �80 y �90. Incluso la escuela deAnnales dec�a que hab�a que comprender el pasado por el presente y el presente para el pasado, pero no analizar como historiadores el presente en s� mismo. El ejemplo m�s clamoroso ha sido el trato acad�mico recibido por el �testimonio� de Marc Bloch sobre la Segunda Guerra Mundial, pues jam�s fue considerado una obra de historia, pese a que el propio Bloch, autodefinido como l�historien des campagnes, reivindic� con humildad su car�cter historiogr�fico, asegurando que hizo el estudio testimonialde la ocupaci�n alemana como el mismo m�todo que venia aplicando a sus reconocidos trabajos de historia medieval: �les m�mes habitudes decritiques, d�observation et j�esp�re d�honn�tet�(L��trange d�faite. T�moignage �crit en 1940, Paris, Soci�t� des �ditions Franc-Tireur, 1946, p. 32).

 

2. Es necesario diferenciar historiogr�ficamente la Historia Contempor�nea de los siglos XIX-XX de la Historia Inmediata, posterior a la ca�da del Muro de Berl�n. A este respecto, tenemos abierto un debate en HaD intitulado: ��Seguimos en la Historia Contempor�nea?�; sabiendo que su significado acad�mico-historiogr�fico se ha ido distanciando de lo puramente sem�ntico. Mi opini�n es claramente que no: estamos en un tiempo diferente que llamamos Historia Inmediata... por el momento. Todos los historiadores estamos suficientemente preparados para estudiar esta nueva etapa hist�rica que vivemos en primera persona, como lo estuvo con m�s m�rito Marc Bloch en 1940, como lo estar�an no pocos medievalistas o modernistas de hoy. Somos contrarios, por consiguiente, a la vana pretensi�n de ciertos colegas en Historia Contempor�nea de monopolizar -al menos en Espa�a- de manera �corporativa� la investigaci�n de la historia del mundo actual.

 

3. Es inevitable, y necesario, que la Historia Inmediata sea una historia comprometida pero plural y profesional. Es decir, una historia honesta, como defend�a Bloch en La extra�a derrota; una historia competitiva y concurrencial con las otras disciplinas del presente; una historia con valores, como vimos en la intervenci�n de Ren� R�mond en este coloquio. Por ejemplo: la colonizaci�n no es ni debe ser historiogr�ficamente justificable, otros consideran con todo que el colonialismo fue algo positivo, o tuvo cosas positivas, lo justo es abrir un debate, respetando el derecho del �otro� al tiempo que se defiende la propia posici�n �tico-historiogr�fica, buscando convencer y no imponer. Una historia sin celos porque habremos de compartir la Historia Inmediata con otros sujetos: acad�micos, hist�ricos, sociales y pol�ticos. Es positivo para el historiador profesional el hecho de que hoy �todo el mundo quiera escribir la historia�. Debemos participar, por tanto, en el debate cultural, social y pol�tico sobre la historia, sin exigir privilegios �exclusivos�. Por otra parte, habremos de evitar la tentaci�n de combatir la �historia oficial� de algunas instituciones pol�ticas reclamando una otra�historia oficial� de los historiadores de profesi�n. No estamos de acuerdo, en suma, con un monopolio academicistade los historiadores sobre la historia. Dicho de otro modo, somos contrarios al retorno actual a Ranke, Seignobos y Langlois, que viene haciendo tabla rasa de la cr�tica �justa en aspectos capitales- que Marc Bloch y Lucien Febvre, entre otros, hicieron a la vieja histoire historisante.S�lo as� podremos eludir o aminorar la reciente y suicida fractura que se est� fraguando en importantes sectores historiogr�ficos de Francia, y de otros pa�ses, entre la historia y la memoria, el oficio de historiador y la vida, la academia y la sociedad civil, la historia acad�mica y el mundo de la pol�tica. Desde nuestra experiencia espa�ola y latina propugnamos lo siguiente: si se observan diferencias entre historiadores, o entre historiadores y grupos sociales y pol�ticos, sobre la memoria y la historia nacional o internacional, la soluci�n esestimular una historia a debate. El debate, la pluralidad, el compromiso, son una buena cosa, queridos colegas, tambi�n en el interior de la academia que precisade la democracia para actualizarse, rejuvenecerse, mantenerse viva.

 

4. Hoy en d�a, sin la memoria social y (multi) cultural no es posible hacer una Historia Inmediata que sea de verdad. Por supuesto, hablamos sobre todo de la memoria activa de los hombres (de nuevo el olvidado Marc Bloch) y no de la memoria pasiva de los monumentos y los lugares de memoria, que tambi�n hay estudiar pues tambi�n es historia. En efecto, la memoria humanizada es una obligaci�n moral (devoir de m�moire) pero tambi�n algo inexcusable para el buen historiador que pretende hacerhistoria sobre temas de hoy, o antiguos de actualidad renovada: los actores sociales son, o deben ser, los destinatarios de nuestros trabajos y, a menudo, una parte esencial de nuestras fuentes de investigaci�n. A diferencia de los colegas, franceses y de otros pa�ses, que tienden aseparar historia de memoria, la propuesta historiogr�fica de HaD, que recoge la opini�n y la pr�ctica de historiadores de diversos or�genes, sobre todo en Espa�a y Am�rica Latina, es llevar a cabo una Historia Inmediata que favorezca la recuperaci�n de la memoria hist�rica, que seapoye en la memoria viva, tomando incluso la iniciativa desde la academia, con anterioridad o simult�neamente a los sujetos sociales o pol�ticos que, hoy por hoy, la verdad sea dicha, suelen llevar la delantera a los historiadores en cuanto a puesta al d�a de la memoria, una de nuestras te�ricas funciones sociales. Un ejemplo positivo a escala internacional y cercano a la vivencia espa�ola: la colaboraci�n de Paul Preston con la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que acaba de condenar el franquismo �despu�s lo hizo el propio Parlamento europeo- y pedir la rehabilitaci�n de sus v�ctimas. Es la primera vez que una instancia internacional adopta una decisi�n parecida, tiene lugar justamente antes de la anunciada loi m�morielle que prepara el gobierno de Jos� Luis Rodr�guez Zapatero, que, estamos seguros, no va impedir ni penalizar el debate pol�tico y acad�mico sobre la guerra civil. Gracias por vuestra atenci�n.

 

 

* Traducci�n al espa�ol, revisada por el autor, de la ponencia presentada el 5 de abril de 2006 en el Colloque InternationalBilan et perspectives de l�histoire imm�diate, organizado por el Groupe de Recherche en Histoire Imm�diate (GRHI) de la Universit� Toulouse-Le Mirail, Francia.

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