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Prólogo a la Vera Historia de Acapulco de Francisco Xavier Ramírez Sánchez*

Carlos Barros

La Vera Historia de Acapulco de Francisco Xavier Ramírez Sánchez, colega y amigo, cumple a la perfección la función de un libro divulgativo para dar a conocer con rigor historiográfico a los acapulqueños, y al mundo, la peculiar historia de la ciudad mexicana que rodea “la playa más hermosa de América”.

Está bien escrito y atrapa al lector desde el principio. Se ve la mano del periodista, que fue cocinero antes que fraile, y su interdisciplinaridad militante entre historia, literatura y periodismo. Además de un sentido crítico y autocritico que acompaña al autor en todas sus facetas. Lo vemos cuando denuncia un intento fallido de plagiar su obra, o cuando se subleva en 1992 por la contaminación de la bahía de Acapulco, que le costó una arremetida del presidente municipal de turno. O cuando aclara y explica lo que tienen de invención los mitos historiográficos acapulqueños como la “ciudad de Reyes”, la “nao de China” o la supuesta incursión de Francis Drake. Sin renunciar a sus afectos y sus devociones como su descubrimiento en los ’90 de una talla del siglo XVII colocada “devotamente” a la intemperie bajo un pequeño tejado de una casa de pueblo, o su amistad con el historiador Paco Escudero, descendiente de la familia del “Lenin de Guerrero” (Juan Ranulfo Escudero).

La verdadera historia de Acapulco de Xavier Ramírez es, ante todo, un logrado resumen de la mejor bibliografía sobre la historia de Acapulco (y de Guerrero). Tradicional en el sentido de hacer hincapié sobre todo en la historia política, y el papel de las “grandes figuras”, algo necesaria pero no suficiente como bien sabemos, si bien presta también mucha atención a la historia económica, sin la cual no se entiende la historia de Acapulco. Se puede seguir la evolución de Acapulco como puerto comercial. entre América y Asia, en el siglo XVI hasta el gran centro turístico mundial a partir de los años 40 y su definitivo declive en los años 90: comunicaciones, empresarios (españoles durante mucho tiempo, para bien y para mal), hoteles, agencias de viaje… Veremos su reducción al turismo nacional mexicano, la conversión de Acapulco en unas de las ciudades más violentas del mundo y el golpe final del Covid. “Qué va a ser de nuestro amado Acapulco?”, se queja Xavier al final del libro.

Solemos decir en Historia a Debate que la función de la historia debe ser comprender el pasado, criticar el presente y ayudar a construir un futuro mejor. En este continuo temporal ubicamos la obra que nos ocupa. Pensamos que enfocar el pasado de manera crítica-autocrítica, empezando por el monocultivo turístico, ha de servir a crear colectivamente alternativas de futuro, en lo económico y en lo social.

Las historias locales suelen ser hagiográficas, ocultando episodios que la evolución histórica ha dejado del “lado malo”. El historiador Ramírez no lo hace. Pone evidencia el conservadurismo acapulqueño, con seguridad relacionado con su singular estructura económico-social. Conservadurismo político y económico que deja a la ciudad de Acapulco al margen o en contra de la lucha por la independencia, primero, y de la Revolución mexicana, luego.

Después de varios fracasos anteriores, Morelos logra en 1813, dos años antes de ser fusilado, tomar Acapulco y su Fuerte de San Diego, ordenando destruir el castillo, y quemar las casas de los vecinos de la ciudad, para que no sirvieran de refugio de las tropas realistas. Un siglo después, durante la Revolución de 1910, Acapulco fue así mismo partidaria del dictador Porfirio Díaz. En 1911 los revolucionarios tomaron de nuevo Acapulco y el Fuerte de San Diego; en 1914 todo el Estado de Guerrero; y en 1917 proclaman la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, que da entrada al llamado pequeño siglo XX, iniciado en Rusia por la Revolución de 1917. Auge de movimientos sociales y políticos que, esta vez sí, tendrá su plasmación histórica en Acapulco, como relata puntualmente nuestro autor, colega y amigo.

Repasando la bibliografía que hace referencia a Acapulco, y que cita el autor de la Vera Historia, no encontramos que existieran o que utilizaran más lo trabajos de investigación de historia social (estructura y conflictividad) y de historia de las mentalidades, imprescindibles para reconstruir un pasado de todos. Con todo, Xavier Ramírez sí incluye líderes y eventos del siglo XX de carácter social, popular y progresista sincronizados con lo que sucedía al mismo tiempo en la república mexicana, América Latina y el mundo. Me refiero al origen del movimiento obrero en los años 10, la lucha popular urbana de los años 50 y las guerrillas de Guerrero de los años 60 y 70.

Hacia 1913 un joven hijo de un acaudalado acapulqueño, Juan Ranulfo Escudero, organiza sindicalmente a los trabajadores del puerto, en 1919 crea el Partido Obrero de Acapulco, en 1921 es elegido Presidente Municipal de la ciudad y en 1923 es asesinado por el ejército junto con sus hermanos. Pero dejó huella: el escuderismo estudiado por Mario Gill en 1984. En los años 30, Lázaro Cárdenas aplica políticas de progreso que mantienen vivas las luchas sociales en México. En 1958 un obrero peón, Alfredo López Cisneros, organiza a los vecinos pobres, inquilinos y colonos, de Acapulco contra la carestía de la vida y el parasitismo de los terrenos baldíos que ocupan. Obtiene el apoyo del PRI. En 1967 es asesinado por la policía.

“Mientras esto sucedía, otros estaban de manteles largos”, escribe Ramírez, cronista de cronistas. Y sigue con la historia de la élite económica de Acapulco. Glosa también como, en 1967, a 100 kms. de Acapulco, el maestro Lucio Cabañas organiza un mitin que será disuelto a tiros. Organizará después la guerrilla campesina del Partido de los Pobres. En 1974, es asesinado por el ejército.

No sabemos cuál fue la participación de los acapulqueños en las guerrillas de Guerrero de los años 70, ni la cuota de represión que les tocó sufrir como parte de los 1650 detenidos, torturados y desaparecidos que ha encontrado la Comisión de la Verdad creada por el Gobierno de López Obrador entre 2021 y 2022…
En fin, querido lector, que el libro de Xavier Ramírez nos deja con ansia de saber más sobre Acapulco, de un lado y del otro, que todo es historia, por mucho que nuestro corazón esté siempre con los que más lo necesitan como dice el Papa Francisco.